REFLEXION DE SEMANA “SANTA”

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marzo 30, 2013 por La Vieja Noche

Este artículo fue escrito el 2012/04/01, en el blog de José Augusto. Blog del que daré más detalles según vayan acercándose a sus lecturas.

REFLEXION DE SEMANA “SANTA”

José Augusto Acevedo

Yo hago en semana “santa” lo mismo que hago cualquier día. Por lo menos en mi caso, olvidé esa letanía soporífera de rezar, no voy a ninguna procesión, y tampoco me emborracho, como es usual entre muchos católicos, que beben alcohol par de horas después de darse golpes en el pech

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Tampoco me siento culpable por algún pecado original, y sigo disfrutando del amor manifestado de manera placentera y creativa.

Igualmente concedo, con amistosa sinceridad y tolerancia, el derecho que tienen los fieles cristianos a estar equivocados.

Lamentablemente, a mi no se me ha concedido el mismo derecho. Desde que entre en razón –y luego de salir de un seminario católico donde se supone saldría ordenado cura- he tolerado toda suerte de lamentaciones. Si se toca el tema religioso en mi casa familiar, mi mama y mis queridas hermanas, asi como amistades muy apreciadas, siempre me recriminan de alguna manera: “Quien te habrá metido esas cosas en la cabeza!”, “Esas ideas son cosa de locos, marihuaneros y comunistas!”. No, no… yo no fumo pasto (…), nunca he entendido que es ser comunista, pero si reconozco que tengo algo de loco.

Y no se equivoquen: yo he leído la Biblia (completa), algo del Corán y un par de libros sagrados de la India. En alguna ocasión leí sobre mitología griega y algo sobre la egipcia. He leído cuanto libro de divulgación de ciencias se ha atravesado en mi camino, además fui fanático de ciertos programas de TV, como Cosmos (con al famoso astrónomo y físico, Carl Sagan) y me envolví en muchas tertulias con amigos en las que siempre concluían que “algún día le pediría perdón a dios”. Nunca olvido, luego de salir del seminario, las caras de todas aquellas personas cercanas a mí cuando les comentaba sobre mi problema con la fe: los ojos se abrían enormemente y me pedían que ese tipo de cosas “no se las dijera a las personas mayores, y mucho menos a los niños”.

De hecho, en aquel momento empecé a preguntarme sobre todas las cosas mágicas de las que hablaban muchas personas: astrología, brujería, espiritismo, telequinesis, y todo ese enorme etcétera esotérico y charlatán. Hasta pase muchas horas practicando y buscando la forma de doblar cosas (creo que a mis 15 años quise ser como un famoso “parasicólogo” judío de nombre, Uri Geller…).

Las investigaciones sobre las experiencia espirituales me llevaron a concluir que todo se produce en el cerebro. Afirma la ciencia, que en ciertas áreas de esa misteriosa masa encefálica, se pueden estimular zonas que nos crean la ilusión de “comunicarnos con Dios” o con extraterrestres o con algún ente extraño. Las personas epilépticas suelen tener esa clase de experiencia.

Precisamente, la biología, neurología y otras ciencias han logrado darle respuesta a muchas de mis interrogantes, y hoy día, más que nunca, me siento libre. Tengo un alto grado de reverencia hacia la Naturaleza y el Universo. Entiendo perfectamente que si no comprendemos nuestro origen y relación con todos los seres vivos y todo lo que existe, podríamos caer en la depresión. Pero, respeto y amo la vida profundamente, y la abrazo con ganas. Entiendo que somos parte de un orden, originado por una causa primera que no se da cuenta que existimos, que no le interesa si nos portamos traviesamente o si comemos carne los “Viernes Santos”. Es decir, una causa primera que existe y ya. Al menos, eso pienso en el momento que escribo estas líneas.

Y aunque me sienta solo en algún momento de congoja, me tengo a mí y mis pocas certezas e incertidumbres. Aunque no tenga amigos espirituales poderosos, o imaginarios, me siento bien. A mi me encantaria que existiera un Dios Padre. Seria fabuloso que se me demostrara que estoy equivocado. Pero sé que nadie va a venir a salvarme. Sobre todo, porque no sé de qué se supone me salve.

Pienso, sinceramente, que cuando alcancemos un grado más alto de racionalidad y nos guiemos por el sentido común y la lógica, seremos mejores personas y menos pretenciosos. La consigna es EVOLUCIONAR. Y hacerlo de tal manera que el cerebro desarrolle nuevas e inexploradas conexiones que nos permitan ser más lógicos y racionales. Eso no se da de la noche a la mañana, ni en dos generaciones. Así que, supongo que tendremos que seguir viviendo con el “animal interior”, aquel que, como decía Carl Sagan, “sigue buscando el Alfa ante el cual agachar la cabeza…” Amen

J; www.vuelo-digital.org José Augusto Acevedo, por lo que se, y han podido averiguar fuentes de La Vieja Noche, es puertorriqueño que no gusta del heroísmo suicida; ” ateo, anticlerical, capitalista con remordimientos, y tan cínico como Diógenes”, a quien la escritura sirve como refugio terapéutico donde expresa lo que siente y piensa sin odiar el escrutinio.

NOTA: crédito foto, /2012/04/MONOYJOE1.jpg; www.vuelo-digital.org

Un pensamiento en “REFLEXION DE SEMANA “SANTA”

  1. mfgonzp dice:

    Reblogged this on Tremendo Reguero and commented:
    Buen post con el que relaciono mis ideas!

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